La música de Tommaso es suave, atractiva y enérgica al mismo tiempo. Por lo general, se dirige a los sentimientos de la adolescencia con una gran comprensión y precisión. Así que acabas sintiéndote de nuevo de esa edad. No recomiendo escuchar su música en un entorno cerrado: el ritmo contagioso te empuja a empezar a agitarte, a moverte, a dar golpecitos, a bailar, por lo que podrías hacerte daño o romper algo. Sus canciones no son ciencia espacial, pero funcionan.